Explicación, algo más científica, sobre otro aspecto del diksha
Hasta ahora he enfatizado mayormente en mis artículos el efecto de la Diksha en varios centros cerebrales. Un aspecto igualmente importante en el proceso de despertar del cerebro es el cambio en la producción de hormonas y neurotransmisores. Me gustaría dar una mirada a algunos de los cambios significativos que he encontrado relacionados con las hormonas y neurotransmisores en la gente que ha estado recibiendo Diksha por un tiempo. Primero, veamos algunos importantes neuroquímicos y su efecto en nuestra experiencia de la vida.
Dopamina
Producida en la substancia nigra en el cerebro medio, este importante neurotransmisor casi siempre está fuera de balance en la gente moderna. Necesitamos suficiente dopamina para sentirnos vivos, vibrantes, para poder concentrarnos y tener un buen discernimiento. La falta de dopamina conduce al aburrimiento, depresión, nubarrones mentales, a la sensación de que uno apenas existe sin estar realmente vivo. Esto a su vez conduce a una obsesión por estimulación de dopamina, mayormente a través de medios destructivos. Algunos estimulantes intensos de la dopamina, pero de corta vida son, por ejemplo, cocaína, anfetaminas, comida chatarra, comportamiento agresivo y conflictos con otros. Aquellos que sufren de adicción son inquietos y generalmente tienen tendencias hiper agresivas debido a que están tratando desesperadamente de estimular la producción de dopamina.
Mucha dopamina de una vez conduce a un embotamiento de los receptores de dopamina lo que, a su vez, tiene consecuencias indeseables. Ilusiones, incluyendo alucinaciones, son erróneamente tomadas por experiencias místicas genuinas, las que a menudo van de la mano con una sobreproducción prolongada de dopamina. La gente adicta a juegos de computador tiene un desequilibrio similar de dopamina lo que muestra una correlación interesante entre las adicciones a realidades virtuales, ya sea en una pantalla de computador o en la pantalla de la propia mente. En algunas personas, un exceso de dopamina puede conducir a tartamudez. La gente que es tartamuda generalmente tiene el doble de dopamina en su sistema que la gente promedio.
Es fácil ver que para un despertar espiritual balanceado necesitamos un nivel consistente de dopamina sin los efectos perjudiciales de alzas y bajas extremas. Una producción consistente de dopamina va mano a mano con los lóbulos frontales despiertos, los que Bhagavan asocia con la Realización de Dios. Entendiendo que la dopamina es esencial para sentirnos realmente vivos, tiene sentido el que la necesitemos también para sentir la Fuente de toda vida.
Oxytocina
La oxitocina es la hormona del amor, de la apertura del corazón y de la gratitud. La gente felizmente casada produce más oxytocina, el estrés en la relación la decrece severamente. La oxytocina es el fundamento neuro químico de la compasión, del verdadero cuidado a otros. Cuando nos ocupamos de otros somos recompensados muchas veces ya que la oxytocina regenera el cuerpo e induce a un profundo sentido de bienestar. El amor es un gran seguro de salud debido a la oxytocina. La indiferencia y la crueldad están acompañadas por bajísimos niveles de esta hormona. Asumo que estos hechos bioquímicos son una de las razones detrás del énfasis de Bhagavan en el correcto establecimiento de las relaciones.
La producción de oxytocina está severamente impedida en la mayoría de la gente hoy día, y esto sucede generalmente al nacer. En el año 1940 la medicina comenzó a usar drogas en los partos como si fuese algún tipo de enfermedad. Dentro de esas drogas, el petocin (oxytocina sintética) es utilizado para inducir las contracciones y, por lo tanto, el nacimiento en la agenda de los hospitales en lugar de seguir la interacción natural entre el bebé y la madre. Cada vez que recibimos una gran dosis de alguna versión sintética de hormonas nuestros receptores se colapsan y la propia producción del cuerpo se compromete. Si esto sucede al nacer puede haber un daño permanente y un largo patrón de vida de muy baja producción de oxytocina. No ayuda mucho el que el lazo más importante entre la madre y el niño se haya convertido en una fase de procedimiento médico en el que se saca sangre, se mide al niño, se corta muy tempranamente el cordón umbilical y no se permite que el niño tenga un vínculo directo con la madre y, de esta manera, una suave entrada a este mundo. La combinación de petocin y la falta de empatía con el recién nacido en los procedimientos médicos de nacimiento es casi seguro que comprometen severamente la producción de oxytocina.
Es interesante notar que el uso de drogas fuertes en el nacimiento, desde el petocin a los calmantes del dolor, hasta incluso algunas substancias psicodélicas que ya no se usan, fue introducido en la segunda guerra mundial. Cuando la primera generación de bebés que llegaron a este mundo con estas drogas alcanzó la juventud en los 60s, fueron la primera generación que buscaba un significado profundo de la vida a través de las drogas. Creo que la falta de oxytocina natural causada por el uso de drogas al llegar a la vida puede establecer un patrón fuerte de búsqueda en la vida a través de drogas.
Cortisol
Lo opuesto en términos de efectos de la oxitocina en nuestra experiencia de vida es la cortisol, la hormona del estrés y de la muerte. Necesitamos cortisol en situaciones de vida amenazantes, pero, como lo descubrió el Dr. Hans Selye, tendemos a sobre producirla la mayoría del tiempo aun cuando no hay amenaza de sobre vivencia a la vista. Con la cortisol toda la vida tiene la cualidad de lucha, incluyendo las relaciones e incluso la búsqueda espiritual. La cortisol activa los lóbulos parietales, los que se supone nos dan un sentido de nuestros límites físicos. Cuando está en sobre actividad, este sentido de separación física se extiende a nuestra experiencia general de nosotros mismos y entonces nos sentimos existencialmente separados. Esto es en parte la razón por la que Bhagavan enfatiza la desactivación de los lóbulos parietales. La cortisol y los lóbulos parietales crónicamente sobre activados nos hacen ser inquietos. En ese estado no somos capaces de sentir nuestros sentimientos completamente, de aceptarnos como somos.
Estar en el aquí y ahora, estar en el flujo, requiere abundante oxytocina, suficiente dopamina y bajos niveles de cortisol.
Los efectos de la Diksha
Aunque es muy difícil medir las hormonas y los neurotransmisores directamente en el cerebro, el examen de señales electromagnéticas permite al respecto algunas conclusiones sobre los efectos de la Diksha Uno de los efectos más importantes que he encontrado con la gente que ha estado recibiendo Diksha por un año o más es una regeneración de los receptores, tanto para la dopamina como para la oxytocina. Esto conduce automáticamente a una mayor eficiencia de estos neuroquímicos y a una disminución de la producción de cortisol. La Diksha puede regenerar también la substancia nigra, donde se produce la dopamina, y esto se puede ver directamente en un cambio en los patrones electromagnéticos cerebrales. Muchas veces he observado una liberación natural de patrones adictivos debido a las Dikshas, los cuales estaban claramente relacionados con bajos niveles de dopamina.
Otro parámetro interesante es la comunicación electromagnética entre el cerebro y el corazón. Esto parece fortalecerse progresivamente en la gente a través de la Diksha y es una de las más importantes correlaciones energéticas del florecimiento del corazón y de la verdadera compasión. En algunos de los Dasas y en Ron Roth estas conexiones estaban fuera de todo parámetro cuando las medí. La oxytocina es el puente bioquímico entre el cerebro y el corazón. Con los datos que he reunido hasta ahora, la Diksha parece ser efectivo en el fuerte aumento de la oxytocina en la vasta mayoría de la gente. Creo también que esto es uno de los aspectos del trauma de nacimiento que puede ser sanado con las Dikshas y que este efecto haga de las Dikshas algo tan valioso para los niños. Aunque no se supone que los niños ingresen a un programa de iluminación, el crecer con grandes cantidades de oxytocina les daría una experiencia de vida mucho más hermosa.
Finalmente, los efectos neuroquímicos de la Diksha son una razón para que otros métodos usados por la gente para la transformación interior puedan ser mucho más efectivos cuando la gente recibe Diksha. Si alguien ya no necesita la meditación para bajar el cortisol, la meditación puede asimismo llegar a niveles mucho más profundos. Si se hace algún trabajo de curación emocional o física en una persona que ya tiene altos niveles de oxytocina, aumenta la receptividad a recibir curación. La sinergia de la Diksha con métodos específicos de transformación interior es un asunto fascinante para mayor exploración, y el rol de los neuroquímicos es esencial para los efectos que tal sinergia produce.
22 de marzo de 2013, 14:36 �
Me parece sumamente interesante la relación que estableces entre el funcionamiento ideal de nuestro cerebro y sus hormonas y la felicidad, entendida ésta como la capacidad de disfrutar el presente en nuestras vidas. Me interesa participar de la experiencia de recibir dikshas. ¿Puedo acercarme cualquier lunes o jueves a la calle Maciel o hay que agendar previamente?
Gracias por compartir tu experiencia y explicarla en términos científicos.
Un abrazo,
Carolina
24 de octubre de 2014, 13:27 �
Gracias gracias mucha luz para todos