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Uno de los requerimientos primarios para tener buenas relaciones es seguridad adecuada. Si hay inseguridad, los conflictos entran en erupción en breve. La seguridad financiera es un contribuyente muy importante para el sentido de estabilidad en las experiencias humanas. Por eso, cuando sea que haya un déficit financiero, el miedo resultante e inseguridad tienen la tendencia a mostrarse en las relaciones. Para poder lidiar con la situación debes entender la segunda ley espiritual que gobierna el destino, la ley de las emociones. El universo dice "manifiestas lo que temes" "manifiestas lo que odias" "manifiestas lo que amas". Primero debemos entender la diferencia entre pensamientos y emoción. Los pensamientos son sucesos aleatorios que en realidad no te hacen daño, ellos no necesitan asustarte, no tienen tal fuerza detrás de sí mismos. Las emociones por el otro lado son pensamientos pero con intensidad. Pensamientos que son repetitivos. Entonces aquí estamos lidiando con emociones no con pensamientos directamente. "Manifiestas lo que temes" dice la ley. El miedo es una emoción primal, también podríamos decir que es la madre de todas las otras emociones dolorosas. Los celos es el miedo a ser tomado como desigual; La ira es el miedo a no saber que más hacer; el dolor es el miedo a ser ignorado o insultado, uno podría continuar infinitamente. Aprendamos esto a través de una historia de la vida real. Una vez, en los Estados Unidos, circularon las noticias de que un asesino serial estaba cazando a muchas personas y la gente fue advertida de entretener a extraños en sus casas. Totalmente inconsciente de todo esto, había una mujer anciana que vivía sola en los suburbios de un pueblo. Era una tarde de lluvia y de repente alguien caminó a través su puerta. Despierta de su sueño pacífico, en un sillón, la mujer anciana noto que había un hombre parado frente a ella armado con un mazo y todo mojado. Ella lo miró a través de la luz del candelabro y le dijo "hijo, debes tener frió y estás mojado, caliéntate" - el hombre estaba confundido por unos momentos pero soltó el mazo y se sentó junto a la chimenea. Le mujer dijo nuevamente "debes tener un hambre terrible hijo, ve a la cocina y sírvete" devoró la comida que había sobre la mesa y salió corriendo en la noche con el mazo en su mano. Corrió a través de la calle y entro en la siguiente casa. Mientras la familia gritaba de terror, utilizó su arma con ellos. ¿Por qué crees que sus respuestas fueron tan drásticamente diferentes? El era un asesino serial maniático y no lastimó a la mujer anciana pero sí lastimó a sus vecinos cercanos, porque tú eres el combustible para las respuestas de otras personas hacia ti. Ya que la mujer anciana no tenía miedo, el asesino serial no pudo lastimarla mientras que los que estaban aterrados fueron asesinados. A pesar de que este es un ejemplo extremo, el principio vale en la vida de todos. Tú atraes eventos y personas que temes.
Tiempo para reflexionar:
¿Cuáles son los asuntos sobre los cuales rondan tus miedos?
¿Cómo se transmuta tu miedo?
¿Se torna celos o ira?
¿Se torna pánico o dolor y odio?
¿O también se torna en paz?
¿Sabes resolver el miedo?
Similarmente "manifiestas lo que odias". El abuso verbal de odio es entregarse a ello. ¿Cuántas veces en la vida tú has tenido que morderte la lengua por ser y hacer exactamente las mismas cosas a las que te oponías y odiabas? Si odio es la energía que estás liberando al universo, el universo te la envía de regreso a ti. Sin embargo, la ley también dice "manifiestas lo que amas". Si amas, sueñas, imaginas algo, el universo hará todo para dártelo. Muy a menudo la vida entra en baja cuando tu amor y tu pasión se deslizan hacia abajo. En vez de invertir energías en odio, invierte en amor. En vez de tenerle miedo al conflicto, ama la paz. En vez de odiar la pobreza, ama la riqueza. ¿Pero cómo las emociones que son el mero resultado de reacciones bioquímicas en tu cerebro, ganan tal fuerza? Las emociones que no son reconocidas y aceptadas por ti en el curso de tu vida se van acumulando en las capas más profundas del inconsciente. Y cualquier cosa que es rechazada vuelve de regreso con venganza y distorsionada. Esta es la razón por la que cuando las personas ceden regularmente al disgusto en sus familias sus problemas se complican incluso más aún. Se vuelve una situación de "no ganancia". Más problemas por consiguiente más peleas y por consiguiente más depresión y así sucesivamente.
Tiempo para reflexionar:
¿En tiempos de dificultades a menudo utilizas a tu familia para ganar paz y fuerza o tan solo la usas para ventilar tu frustración?
¿A qué emociones te has vuelvo adicto en la relación con tu familia en tiempos difíciles?
Llegando a la siguiente pregunta acerca de la solución a esto, a pesar de nuestros mejores esfuerzos e intenciones, el miedo y la desilusión persisten, por consiguiente la única solución es la de reconocer y aceptar el hecho de su existencia sin esconderte de ellos. Es ser integral. Cualquier cosa cuando es reconocida y aceptada no se vuelve destructiva. Eso no significa que debes ir a todos lados hablando y expresando hacia fuera estas emociones a la personas alrededor de ti. Todo lo que necesitas hacer es ser íntegro contigo mismo. Requiere tres simples pasos:
Siéntate tranquilamente y observa tu respiración. Muévete a un espacio de paz y relajación. Reconoce la emoción, ya sea miedo, dolor u odio.
Dite a ti mismo :
"Sí me siento herido, tengo miedo o estoy enojado. Está bien".
Una afirmación interna de la verdad te ayuda aceptar y abrazarte a ti mismo. Esta práctica puede realizarse en cualquier momento por cualquier persona cuyas emociones estén bloqueadas o la vida se esté moviendo en dirección retrograda para dirigirla de regreso a la abundancia y plenitud. Ustedes pueden, si la cultura de tu familia lo permite, sentarse juntos para orar en momentos de estrés. Demostrará ser un impulso tremendo de energía e invocaría la gracia divina en la vida.
Tiempo para reflexionar:
¿Cuáles son los asuntos sobre los cuales rondan tus miedos?
¿Cómo se transmuta tu miedo?
¿Se torna celos o ira?
¿Se torna pánico o dolor y odio?
¿O también se torna en paz?
¿Sabes resolver el miedo?
Similarmente "manifiestas lo que odias". El abuso verbal de odio es entregarse a ello. ¿Cuántas veces en la vida tú has tenido que morderte la lengua por ser y hacer exactamente las mismas cosas a las que te oponías y odiabas? Si odio es la energía que estás liberando al universo, el universo te la envía de regreso a ti. Sin embargo, la ley también dice "manifiestas lo que amas". Si amas, sueñas, imaginas algo, el universo hará todo para dártelo. Muy a menudo la vida entra en baja cuando tu amor y tu pasión se deslizan hacia abajo. En vez de invertir energías en odio, invierte en amor. En vez de tenerle miedo al conflicto, ama la paz. En vez de odiar la pobreza, ama la riqueza. ¿Pero cómo las emociones que son el mero resultado de reacciones bioquímicas en tu cerebro, ganan tal fuerza? Las emociones que no son reconocidas y aceptadas por ti en el curso de tu vida se van acumulando en las capas más profundas del inconsciente. Y cualquier cosa que es rechazada vuelve de regreso con venganza y distorsionada. Esta es la razón por la que cuando las personas ceden regularmente al disgusto en sus familias sus problemas se complican incluso más aún. Se vuelve una situación de "no ganancia". Más problemas por consiguiente más peleas y por consiguiente más depresión y así sucesivamente.
Tiempo para reflexionar:
¿En tiempos de dificultades a menudo utilizas a tu familia para ganar paz y fuerza o tan solo la usas para ventilar tu frustración?
¿A qué emociones te has vuelvo adicto en la relación con tu familia en tiempos difíciles?
Llegando a la siguiente pregunta acerca de la solución a esto, a pesar de nuestros mejores esfuerzos e intenciones, el miedo y la desilusión persisten, por consiguiente la única solución es la de reconocer y aceptar el hecho de su existencia sin esconderte de ellos. Es ser integral. Cualquier cosa cuando es reconocida y aceptada no se vuelve destructiva. Eso no significa que debes ir a todos lados hablando y expresando hacia fuera estas emociones a la personas alrededor de ti. Todo lo que necesitas hacer es ser íntegro contigo mismo. Requiere tres simples pasos:
Siéntate tranquilamente y observa tu respiración. Muévete a un espacio de paz y relajación. Reconoce la emoción, ya sea miedo, dolor u odio.
Dite a ti mismo :
"Sí me siento herido, tengo miedo o estoy enojado. Está bien".
Una afirmación interna de la verdad te ayuda aceptar y abrazarte a ti mismo. Esta práctica puede realizarse en cualquier momento por cualquier persona cuyas emociones estén bloqueadas o la vida se esté moviendo en dirección retrograda para dirigirla de regreso a la abundancia y plenitud. Ustedes pueden, si la cultura de tu familia lo permite, sentarse juntos para orar en momentos de estrés. Demostrará ser un impulso tremendo de energía e invocaría la gracia divina en la vida.